Todos (incluso Urdangarín)
Y la prótesis cerebral ¿para cuando?
con el rey artrósico
Pues sí, sí, amigos, ya que los españoles tenemos en estos momentos a
nuestra divinidad robótica/borbónica en el taller de la clínica Quirón
San José de Madrid al cuidado de las manos expertas del mecánico jefe,
señor Villamor (este hombre todo lo que hace le sale “fenomenal”) que
acaba de implantarle la enésima prótesis de cadera (esta vez la
izquierda) para que el pobre pueda, si no desfilar como Millán Astray en
la próxima Pascua Militar por lo menos mantenerse en pie con cierto
decoro en tan tradicional acto castrense sin tener que abrazarse al
Ayudante militar más cercano, sea éste indio o español… deberíamos,
todos los que estamos con él (incluido el presunto superchorizo Urdanga
que se ha apuntado a última hora a darle el beso de Judas protegido por
la despechá griega) y que aspiramos a que más pronto que tarde recupere
su plena operatividad institucional, pedirle a tan conocido y experto
traumatólogo (al que, por cierto, le gustan las cámaras más que a un
tonto una lata y que cada día que pasa está más contento de haberse
conocido y, no digamos, de haber conocido al artrósico de La Zarzuela al
que le factura suculentos honorarios con muchos ceros que acabamos
pagando todos los españoles) que se deje ya de cambiarle más periféricos
a su regio paciente y vaya directamente y por derecho, sin tapujos de
ninguna clase, a colocarle una CPU de última generación entre la frente y
la nuca; después de proceder, eso sí, a extirparle las ya escasas y
poco operativas neuronas (por la edad, mayormente) que todavía puedan
anidar en su trabajado cerebelo.